domingo, 24 de junio de 2012

Chino y Nacho hacen sentir el verdadero calor venezolano a Madrid

Fotografía de @eherrerog
Artista: Chino y Nacho


Lugar: Sala San Miguel - Palacio de Vistalegre (Madrid). 
Aforo: 2.500 personas. 


Setlist: Intro+Tu angelito soy yo; Dame un besito; Voy a caer en la tentación; Ese hombre soy yo; Me mata me mata; Mi niña bonita; Sin ti; El poeta; Regálame un muack; Lo que no sabes tú; Bla bla bla.



El sol caía en Madrid y una larga fila iba creciendo cada vez más junto al Palacio de Vistalegre. Compuesta en su gran mayoría por jóvenes, e incluso niños, la fila se llenaba de gente con un mismo objetivo: disfrutar del primer concierto de Chino y Nacho en España

En torno a las nueve y media de la noche, el aforo de la sala San Miguel ya estaba completo. Minutos después saltaría al escenario Víctor Drija, el telonero de lujo de Chino y Nacho, que no defraudó a su público, acostumbrado a una voz impecable y unas coreografías vistosas con las que llena de color el escenario junto a sus bailarines. 

Drija interpretó varios de sus éxitos, y terminó con su conocidísimo Un, dos tres, que el público coreó como si no hubiera mañana. El joven artista dejó a Chino y Nacho una sala llena y con muchas ganas de bailar, el nivel estaba alto, pero, como cabía esperar, el dúo supo mantenerlo.

Una intro instrumental del tema Tu angelito soy yo ponía comienzo a un espectáculo de casi dos horas de duración en el que hubo tiempo para todo tipo de emociones. Chino y Nacho salieron a escena en medio de una gran ovación del público. El concierto empezaba fuerte. 

Después de Tu angelito soy yo, el dúo interpretó Dame un besito, contagiando a todos los allí presentes las ganas de bailar. Después se remontaron a su primer disco, Época de reyes, con temas más cercanos al reggaeton, como Voy a caer en la tentación y Ese hombre soy yo. Canción esta última con la que hicieron subir la temperatura del recinto, al pedir Chino una voluntaria del público que le ayudara a cambiarse la camisa. El único requisito era ser soltera y mayor de edad, y parece que Chino tuvo buen ojo, la chica elegida cumplía todos los requisitos y realizó el cometido entre el continuo vitoreo del público. 

El auditorio pudo sentir el verdadero calor venezolano, y después de este momento álgido el concierto cambió el rumbo hacia ese sentimiento romántico que caracteriza al grupo, y que es el pilar fundamental de sus letras. Nacho se dirigió al público para dedicar Me mata me mata a "todos aquellos que han conocido el amor de verdad"

Tras esta canción, que tocó los corazones del público, llegaría la que sin duda fue la canción estrella del concierto: Mi niña bonita. Nacho presentó la canción como el tema que había cambiado su carrera musical, y recalcó que la palabra bonita no se refería sólo al físico, si no al interior, y que suponía que todos los allí presentes compartían esa filosofía y por eso estaban allí, e invitó a todas las mujeres a cantar el estribillo como homenaje a ellas mismas.

Entre tanto derroche de energía por parte del dúo y del público, llegó Sin ti, una canción que, a pesar de lo que por su título pueda parecer, es todo un soplo de aire fresco y optimismo. Será por eso que Chino y Nacho decidieron presentar con ella a esa magnífica banda que tienen. El último músico al que presentaron fue su guitarrista, Jáuregui, al que hicieron mención especial por ser el creador de la melodía que acompaña a uno de los temas más importantes de su trayectoria: El poeta. El público se vino arriba con esta canción, en la que incluso tuvo cabida la bachata, que al grito de "¡bachatea!" bailaron todos los asistentes, incluido un niño que los artistas invitaron a subir al escenario.    

Habiendo calentado motores con la bachata, Chino y Nacho interpretaron Regálame un muack, mostrando sus amplias dotes de baile individualmente a ritmo de percusión. Pero la exhibición de baile más importante de la noche estaba por llegar. Al son de Lo que no sabes tú, Chino y Nacho pidieron al público ayuda en los coros, haciéndoles interpretar el famoso “tucutucutú” en distintas tonalidades, hasta que consiguieron que toda la sala se arrancara al unísono formando un gran coro. 

Bla, bla, bla sería la canción que pondría el broche final al concierto, y con la que el dúo venezolano más hizo bailar a su público, entre el que se encontraba la iniciativa Baile Activo, cuyos alumnos comenzaron una coreografía a un lado de la sala que siguió buena parte del público. Después de este arranque espontáneo de sus seguidores, Chino y Nacho se atrevieron a simular una clase de baile hasta conseguir que todo el público bailase al mismo ritmo. Fue un momento de total complicidad con el público.

Chino y Nacho se despidieron mostrando las banderas de España y Venezuela anudadas en señal de agradecimiento, al ritmo de los coros de “aquí hay amor” de la canción Mi niña bonita. El público pidió otra y sin hacerse rogar los artistas satisficieron las peticiones de sus seguidores y subieron de nuevo al escenario para despedirse con Baby bonita, su último hit. 

Se puede decir que Chino y Nacho inauguraron con éxito su gira por Europa con este gran concierto en Madrid. Y es que fue un concierto diferente a los conciertos a los que está acostumbrado el público europeo. Un concierto en el que no sólo se coreaban las canciones y se daban palmas, sino que también se bailaba en pareja o en grupo, merengue, bachata y otros ritmos latinos en un ambiente de fusión Europa-Latinoamérica en el que los artistas encontraron un caluroso público al que dar lo mejor de sí mismos.